sábado, 18 de noviembre de 2006

madeinusa

MADEINUSA

Madeinusa cuenta la historia de una mujer que vive en un pueblo olvidado de la sierra, con su hermana y su padre; se acerca el tiempo santo, en el que Cristo muere, está permitido todo y el pueblo se abandona al desenfreno, un desenfreno natural en el que no hay lugar para remordimientos y nada está prohibido, en esos momentos llega al lugar un foráneo, alguien que interfiere en la vida de Madeinusa y que ella ve como una salida hacia otro lugar. Ella se siente saturada y hastiada de su pueblo, mas no siente amenaza alguna, para ella todo lo que pasa allí es normal, no quiere huir por lo que sucede en su pueblo, mas que la huida del lugar en donde se encuentra es la expectativa por un lugar que no conoce (Lima) y del que tiene algunas noticias. Ese mundo en el que se encuentran las muñecas que ella tanto ama es lo que le atrae profundamente, lo que obsesiona a Madeinusa; ella quiere ir a toda costa a donde un día fue su madre de la que conserva unos aretes, es fetichista y por los objetos que ama podrá cometer las peores atrocidades, tal vez ella va a Lima en busca de un cajón de objetos maravillosos, eso es lo que la motiva

En donde falla rotundamente la película es sin lugar a dudas en el personaje extranjero, es un personaje carente de alma, profundidad de los otros. Se siente incómodo, y es razonable que se sienta así en un pueblo extravagante, pero su incomodidad llega a saturar y no se transforma nunca en algo más interesante, no enriquece la trama en absoluto, no complica, no reclama, no subvierte, solo deambula por las calles del pueblo y es testigo de lo que pasa ¿entonces para qué está?. Ese simple rol de “salida” para Madeinusa no es suficiente, es un personaje pasivo que llega al letargo, hasta a la hora de hacerle el amor a Madeinusa es frío, desapasionado, sin iniciativa incapaz de conmovernos en un momento clave (Madeinusa esta ataviada como la virgen María), no está de mas decir el detalle que después del levantarse fugazmente a una virgen vestida de virgen (sueño de muchos) se disculpa por ello y se va cabizbajo. Claudia falló en la concepción de este personaje.

Los personajes del padre y la hermana son buenos en general, precisos, aportan lo que deben dar para la atmósfera de la película, uno con el hombre que tiene poder en el pueblo, con rasgos hipócritas, que domina ordena y temen, es lascivo y puede llegar a provocar visceralidad en el espectador.
La hermana es celosa, astuta, siempre vigilando a Madeinusa, parece mas cuerda que ella, llegamos a creer que tiene un plan secreto que espera su momento.
El incesto solo aporta un elemento perturbador en cierta medida, intuíamos ello desde el primer momento, cuando vemos acostados al alcalde y sus dos hijas, todos en ese pueblo parecen asumirlo con naturalidad, el único que debía escandalizarse (el extranjero) para variar no hace nada, solo mira, no increpa nada al padre, solo un insulso gesto de desprecio. El pueblo colabora en la atmósfera en forma aceptable, es cierto que hay algunos altibajos en las actuaciones de los extras, pero interfieren poco en la calidad de la película. Fue acertada la inclusión de canciones en quechua interpretadas por la misma protagonista
Se puede decir que no hay un momento que nos llegue a conmover al extremo, tal vez es allí donde esta la mayor debilidad de la película, en todo film debe haber momentos que hagan remecer, que sacudan nuestra alma que entró hace rato al juego del Director; en Madeinsa sólo se logran pequeños temblores.
Sin embargo es una película que merece verse, de la cual se puede hablar, y por ende escribir algo, que da materia para la especulación y el análisis, tal vez sea un homenaje a los fetiches, una alegoría a los objetos, una oda al valor relativo que cada uno tiene de ellos; es iconoclasta, cargada de simbolismo con interesantes toques surrealistas, con una mas que aceptable actuación y una excelente fotografía (pienso que se debió aprovechar mas los paisajes misteriosos de la Cordillera Blanca). Claudia Llosa se burla en buena onda de los objetos o costumbres que cada humano valora, su visión trasciende a ese pueblo sin nombre. Es el humano con sus respectivos fetiches y costumbres que se ve cuestionado, que debe preguntarse que es lo que es capaz de hacer por ciertos objetos entrañables.
El rollo racial, costumbrista regionalista se lo dejamos a ciertos sociólogos aficionados - especialmente de la capital- que se indignan cuando alguien tiene una visión nueva de lo que ocurre en las profundidades del Perú.

No hay comentarios: